La Universidad Católica busca al mismo tiempo una exigente calidad y una identidad católica que proporciona tres tipos de beneficios a la vida universitaria: el trabajo conjunto entre la fe y la razón; el fortalecimiento de una auténtica comunidad universitaria en un clima de amistad académica; y el propósito de crear y mantener con los universitarios una relación educativa singularmente personalizada.
De esta forma, se garantiza la presencia católica en el mundo universitario de una manera institucional que, además de docencia, también incluye la investigación, el tercer ciclo, la formación del propio profesorado universitario y el servicio cualificado a la sociedad. Se promueven lugares de pensamiento cristiano y se reafirma un enfoque personalista integral en la educación humana y cristiana de la juventud, de los adultos y de los mayores.
Las necesidades y demandas en materia universitaria de la sociedad valenciana están presentes en la Universidad Católica con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, la máxima accesibilidad social de los estudios -sin que nadie se vea privado de los mismos por razones económicas- y con el deseo de proporcionar un instrumento apto para dar respuesta a los nuevos interrogantes y problemas de nuestro mundo en los comienzos del Tercer Milenio.