La vida universitaria se prolonga más allá de las aulas, la tecnología y el estudio. Este servicio abre al universitario las puertas a su enriquecimiento intelectual y espiritual a través de múltiples actividades que favorecen una auténtica colaboración entre la fe y la ciencia. La comunidad universitaria tiene la oportunidad de disfrutar de seminarios, conferencias, manifestaciones culturales y deportivas, acciones sociales y celebraciones que completan la formación de la persona.